Quiénes somos

ESTRELLA DEL MAR

Más que una radio, ¡¡¡una red regional!!!

En 1974, un año después del golpe de Pinochet, Mgr. Juan Luis Ysern fue trasladado del desierto de Atacama a la décima región, casi al extremo sur de Chile. Los contrastes entre ambas regiones le ayudaron a reflexionar sobre la importancia de cultura e identidad. Así, por ejemplo, la palabra “agua” tiene un significado totalmente distinto en el norte seco que en el sur lluvioso y regado de mar.

Algunos comentan que su traslado respondía al deseo de la iglesia de apartarlo del escenario socio político. Lo cierto es que el Obispo inició en Chiloé una obra social con tantas ramificaciones como tiene islas la región. Una red en todo sentido. Ahora, después de 29 años de trabajo , el obispo sigue inspirando, pero la obra ya es de la gente. De la gente de la isla de Chiloé, de los y las habitantes de la parte de la cordillera que está al frente de la isla. De sus pescadores, sus pastoras, sus profesores, sus mujeres, sus jóvenes, sus niños y sus niñas.

El cruce en barco desde Puerto Montt, capital de la Décima Región y última ciudad de tierra firme, dura casi media hora. El gobierno planificó un puente sobre el Canal de Chacao. La población prefirió mantener esta barrera natural con el mundo moderno y resistió mucho tiempo con la campaña “No al puente”. En los últimos años surgió un orgullo por su identidad regional como isleños. La diócesis y su red de obras sociales, educativas y culturales, aportó mucho a este orgullo con una gran diversidad de acciones. Radio Estrella del Mar es parte de esta estrategia, una parte muy importante.

En realidad no se trata de ‘una’ radio. Radio Estrella del Mar es un conjunto de 8 emisoras, todas propiedad de la diócesis de Chiloé. Cada una lleva por nombre Estrella del Mar. Cinco están en la isla de Chiloé: Ancud (1982), Castro (1992), Quellón (1996), Achao (2000) y Melinka (1997). Las otras tres trabajan desde el continente, frente a la Isla, en la Cordillera de los Andes: Chaitén (1997), Palena (1997) y Futalefú (1997). En el área de cobertura de esa red hay una población de unos 150.000 habitantes. .

La emisora principal se encuentra en Ancud, con 40 mil habitantes la ciudad principal de la región. Otras ciudades importantes en la isla son Castro y Quellón. La isla de norte al sur tiene aproximadamente 300 kilómetros. Hasta 1914, cuando se implementó el canal de Panamá, la zona cumplió un papel importante en la navegación internacional, por ser la conexión principal entre los océanos. Después, muchas décadas, la región quedó aislada del resto del país. En la época de dictadura, que al mismo tiempo era una apertura a la modernidad neoliberal, la zona se abrió a la explotación de mariscos, que en pocos años desaparecieron por sobreexplotación, causando mucho desempleo. Actualmente la comuna de Ancud se dedica a la pesca artesanal. La explotación de mariscos y su industria correspondiente se trasladaron a la parte sur de la zona. En otras partes de la región la población se dedica a la agricultura y la ganadería. Existe un turismo masivo con mayor concentración durante 2-3 meses por año, aunque Chiloé cada vez más es visitada en las diferentes estaciones del año.

Tiempos de modernidad

En 1978, en plena dictadura, la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) se propuso la explotación del bosque nativo de Chiloé. El proyecto, conocido como “Proyecto Astilla” sólo mostraba su lado positivo: habría un incremento del desarrollo productivo. Nadie hablaba del impacto ambiental y cultural que implicaría para la región.

El Obispado de Ancud y la comunidad plantearon sus dudas sobre el proyecto que buscaba abrir Chiloé al mercado de la madera. Aprovechando una declaración pública del director de CORFO donde invitaba a la crítica constructiva, la diócesis convocó a un simposio para analizar la propuesta. Se invitó a varios científicos interesados en la problemática ambientalista y a la contraparte gubernamental.

Monseñor Ysern, hombre detrás del simposio, se acuerda del evento histórico: “El Proyecto Astilla no tenía ninguna preocupación de tipo medio ambiental, ecológico….. nada… Ni se les había ocurrido pensar en ese tema. Por mi parte, me di cuenta que había otro problema, que ni siquiera lo entendían. Era el problema del choque de culturas y el problema de la identidad colectiva. Estamos hablando del año 1978. En muchos lugares de Chiloé todavía se vivía una economía pre-industrial y de autoconsumo”.

Con la asistencia de los científicos que asistieron al simposio, se difundió la situación fuera del país, puesto que en Chile existía mucha censura. Las empresas que querían “invertir en Chile” eran de origen japonés. A través de la Conferencia Episcopal Japonesa se presionó para no permitir que se devastara el bosque nativo de la isla. La transnacional japonesa fue acusada de no respetar la ecología en los países donde invertía. Se retiró el proyecto, que desde su inicio se orientaba a la producción de celulosa. Bosques milenarios convertidos en astillas para producir papel higiénico.

El Proyecto Astilla prendió la chispa. Al Obispado le preocupaba la inminente llegada de “la modernidad” a tierras chilotas. Frente a ello quería fortalecer las comunidades, promover la toma de conciencia respecto de los cambios que pudieran suceder. La idea era de impulsar un proceso que ayudara a crear sentido crítico de la realidad que estaba por venir a las comunidades de Chiloé. De ésta manera la población podría defender su cultura, su identidad y su medio ambiente .

“Poder discernir entre lo antiguo y lo nuevo, entre lo que es de aquí, Chiloé, y lo que viene de afuera… Veíamos que ese trabajo en las comunidades iba a ser muy lento y que había que articularlo con otro trabajo que fuese ambiental. Veíamos que el medio más adecuado era la radio. La pregunta era ¿cómo articular un trabajo en la radio que estuviese fortaleciendo lo que estaban haciendo en las comunidades?¿Cómo hacer que las mismas comunidades participasen en la formación de opinión pública, para dar criterios y adquirir sentido de discernimiento, para que ellas mismas decidieran como seguir adelante?”, explica el obispo (memorizar es aprender de memoria).

Luego de diversas gestiones legales ante las autoridades pinochetistas, el proyecto radial inicia las transmisiones fines de 1981. Lo central nunca fue la radio. La gente, los seres humanos dan sentido al proyecto . Desde su inicio, la radio pensó ser un medio que aportara al diálogo de la comunidad en torno a la inminente llegada “del desarrollo”. No nacía una radio más. Nacía un medio para fomentar la comunicación y el diálogo en Chiloé. Cualquier proceso que tuviera un impacto cultural y ambiental en Chiloé, tenía que pasar por el diálogo con la comunidad para que el desarrollo sea humano, sustentable e integral.

Después de la dictadura sigue la modernización

A terminar el régimen Pinochetista, no terminaba la ola de modernización. Para Radio Estrella del Mar era necesario enfrentarse a proyectos similares al Proyecto Astilla. No bastaba denunciarlos, sino que se hacía urgente orientar hacia un desarrollo solidario, de respeto al medio ambiente. Se comienzan a implementar el diálogo para el desarrollo. Se abre la conversación con distintos actores del estado, de las empresas privadas, de las organizaciones indígenas y otros organismos locales. La experiencia de todo lo que se venía haciendo desde la década anterior les era muy útil.

La intervención social diocesana

Como dijimos, la radio es parte de una intervención eclesial mucho más amplia. La instancia superior es la diócesis donde cada cinco años se generan las líneas fundamentales para el área de comunicación. Cada año tienen una reunión de seguimiento y ajuste, donde la radio presenta propuestas de ajustes en las líneas de acción.

Entre las otras áreas de trabajo de la Fundación, figura el proyecto del Agro-Turismo. Veintiséis familias campesinas de la región reciben turistas nacionales y extranjeros en sus casas. Pagando una suma modesta, los turistas reciben servicios básicos, como comida y alojamiento. Para el turista el objetivo mayor es experimentar la vida del campesino.

Para el campesino, el proyecto de Agroturismo tiene como objetivo de fondo el tratar con un turista, una persona culturalmente diferente. La idea es que de esa manera la comunidad adquiera conciencia de su propia identidad y desarrolle la capacidad de diálogo con el otro. Dice Miguel Millar, director de la Fundación: “de esta manera la globalización no terminará igualando todo como un gran tractor, aplanando todo”.

La Estrella crece

Varias cabinas, que en su origen habían sido instrumento para pasar a formatos radiales las innumerables historias de vida de los ancianos de Chiloé, ahora querían ser radios. La radio decide transformarse en una fundación. A diferencia de ayer, ahora eran muchas radios que formaban parte de ese “dialogo para el desarrollo”.

“La radio no es un simple instrumento para dar información, sino para que la gente se exprese y se comunique. Así se ve conveniente que la Radio esté en Castro, en Quellón. Luego en lugares lejanos, Melinka, Chaitén, Palena fueron apareciendo distintas emisoras. Nosotros por ningún motivo queríamos que fueran independientes la una de la otra…Por ello se decide incorporarlas en la Fundación Radio Estrella del Mar”.

Una programación desde abajo

“La gente para poder participar y tomar decisiones tiene que estar informada…y esa información se la podemos aportar nosotros. Pero lo que se nos encarga es poder apoyar el camino de las comunidades hacia su propio desarrollo mediante la comunicación… La gente puede ir encontrando el desarrollo que en definitiva quiere, no el que le van a imponer. Esto es pilar por el cual nació Estrella del Mar,” dicen Luis Jerez y Rodrigo Santana miembros del equipo de Radio Estrella del Mar en Castro.

Una de las características que distingue Estrella del Mar de las demás radios es la importancia de su programación comunitaria. Después de años de trabajo, la radio tiene ahora siete horas de programación totalmente producida bajo responsabilidad de la comunidad.

Por ejemplo:

El Werken, producido por la comunidad indígena de los Huilliches
Sin andarte por las ramas, producido por los comunicadores populares Quemchi
A la salud de la vida, producido por un grupo de ex-alcohólicos.
Ancud conversa, por un grupo de mujeres.
Semillita misionera, por un grupo de niños católicos.
Y Otros programas, producidos por agricultores, pescadores y otros grupos religiosos.

Las Cabinas

Para estimular y facilitar el diálogo y la participación activa de la población, se implementaron pequeñas unidades de producción en pueblos o comunidades donde Estrella del Mar no tiene radio. Ya durante 10 años están funcionando ocho de estas cabinas. Los pequeños estudios, equipados con grabadoras para editar entrevistas, tienen el tamaño de un pequeño baño. Conectada por teléfono a la radio más cercana, la cabina permite a los grupos producir desde sus propios lugares y generar procesos de comunicación directa e interactiva. Las cabinas son manejadas por grupos locales que hayan demostrado compromiso con la radio. Por ejemplo en Quilén un grupo de pescadores se reúne para elaborar su programa. Una vez por semana tienen enlace directo de 30 minutos con toda la cadena. Los equipos son donados por la radio. A veces los grupos reciben algún tipo de apoyo en gastos de operación como casets y pasajes. Las cabinas permiten al grupo ganar mayor control sobre el proceso de producción.

El trabajo en red: Una radio que son ocho radios

El “Plenario Diocesano” es la instancia donde participa el Consejo de Dirección de la radio, los coordinadores de radios locales (Ancud, Castro, Quellón) el subdirector de Cordillera (localidades insulares de Palena, Chaitén y Futalefú) y el Obispo. Este plenario resuelve las líneas gruesas, sobre la base de una planificación conjunta con otras áreas de trabajo diocesano de la Iglesia Católica.

Una vez al año se encuentran todos los que trabajan en las 8 emisoras de Estrella del Mar.
Ancud tiene un transmisor AM de 10 kilos. Todas las demás trabajan en FM (250 – 1000 watts). En total, trabajan 42 personas en las 8 radios, entre periodistas, comunicadores populares, técnicos y administrativos.

Más que una cadena de radios, es una red, muchas emisoras que hacen una radio. No forman una cadena repetidora, como las muchas otras que existen en Chile. Lo que subyace a este modelo, es el concepto de red, bajo una misma coordinación y “marco teórico”. En Ancud se encuentra la dirección, la administración y la contabilidad, el técnico y el departamento de ventas. Cada radio es ‘autónoma’ en su programación, depende económicamente en primer lugar de sus propios ingresos. Cada una de las radios genera su propia publicidad, pero la encargada de ventas consigue publicidad para las radios, manejando para ello las tarifas que cobra cada una de las radios. La idea es solventar a radios deficitarias con las radios que generan ingresos con mayor facilidad.

A través de un sistema que enlaza un conjunto de 8 emisoras, la radio emite su programación. Si bien el corazón de la radio está en Ancud, la experiencia progresiva de constitución de un sentido de red distinto origina una singular forma de compartir responsabilidades, para sacar al aire la Estrella del Mar.

¿Cómo se articula esta Red?

El gran desafío es dejar que cada una de las radios locales se pueda desarrollar con su propia lógica y al mismo tiempo construir una lógica del conjunto.

Estrella del Mar ha construido sus propias formas de conducción en red. Por un lado rompe con las características de las organizaciones en árbol, de tipo vertical, donde el tronco une a todas las ramas. Pero también rompe con la idea de un conjunto sin centro.

Cada radio tiene su propio equipo de trabajo y tiene una autonomía relativa para tomar decisiones. Las radios más grandes trabajan con un equipo mediano (6 – 10 personas), mientras que las más pequeñas tienen apenas 2 o 3 personas trabajando. En la Radio de Ancud, que es la más potente de las 8 y donde funcionan la dirección y la administración central, trabajan unas 20 personas.

Los mecanismos competentes a los sistemas de planificación, evaluación, seguimiento y las formas de toma de decisiones, son una mezcla del reconocimiento de liderazgos locales con liderazgos centralizados. Cuando una misma radio transmite de distintos lugares, se necesita diversificar las responsabilidades. Las cuestiones de tipo administrativo pueden estar centralizadas, pero, las cuestiones pertinentes a las tareas propiamente radiales tienen varios centros. A los coordinadores de cada radio les compete el liderazgo local, y a la dirección general de la radio, le compete un liderazgo del conjunto. Para promover la cohesión interna de la red, se ha implementado el sistema de las pasantías; viene un radialista de otra emisora de la cadena a Ancud por Ancud tiene un transmisor AM de 10 kilos. Todas las demás trabajan en FM (250 – 1000 watts). En total semanas.

De manera transversal, a nivel de toda la red, funcionan tres áreas de trabajo, organizadas en equipos: el equipo de producción, el equipo de prensa y el equipo de coordinadores. Cada equipo tiene una persona responsable que funciona para el conjunto. No necesariamente esta persona coordinadora está estacionada en la radio de Ancud.

Los equipos de trabajo se reúnen como mínimo cada dos meses, a veces en Ancud, otras veces en otras radios. Así por ejemplo, existe una coordinación bimensual de todos los productores y ésta se hace en la ciudad de Castro. Participan todos los encargados de producción o aquellas personas que tiene algún programa a su cargo. Una vez al mes, el equipo de prensa se reúne en la zona de la Cordillera o en la isla de Chiloé, para pautar y hacer el seguimiento de la noticia.

Cada año, se reúne toda la Radio, es decir, las más que 40 personas que, desde distintas responsabilidades, conforman el equipo de trabajo global.

El papel del director es clave para mantener una visión y una práctica unificada entre tantas radios dispersas. Miguel Millar concurre permanentemente a cada una de las emisoras, cuestión que lo hace recorrer cientos de kilómetros por mes. Si bien su oficina se ubica en la ciudad de Ancud, su trabajo se desarrolla en toda la región. Por lo menos, cada dos meses visita a cada una de las radios, acompañado por otros miembros del equipo. Algunos lo llama la deslocalización del proyecto.

En lo tecnológico

Para ser una red de radios participativa, se necesita de apoyo tecnológico. Todas las radios trabajan en FM, con potencias entre 250 y 1000 wattios, con excepción de Ancud que sale en Onda Media con una potencia de 10 kilos y abarca gran parte de la Décima Región. La emisión sale al aire a través de un sistema de enlace que combina microondas y FM. Mediante este sistema, cada radio puede hacerse cargo de la programación en determinadas horas del día. Este detalle es importante para realmente poder hablar de una red donde las partes tengan iguales condiciones de participación.

El conjunto de la programación, las 24 horas, está automatizado. La comunicación entre las 8 radios se realiza a través de un sistema de conexión telefónica tipo “centralita”, similar a como operan los anexos en una oficina. Esto permite una comunicación más rápida entre las localidades.

Las Nuevas Tecnologías se han incorporado primero en la secretaría y en el Servicio de Comunicaciones (SERCOM). Luego, llega a administración y venta. Hace 3 años, llegó la tecnología al resto de la institución. “Un colega fue a Quito a una pasantía, por 3 meses. Y de regreso hemos comprado 3 computadoras más: para el estudio de salida al aire y de grabación de Quellón, y Castro. Luego, se compraron dos más para Ancud y Castro. Y ahora, las computadoras están en los escritorios de prensa de Chaitén, Palena, y Futaleifú.”

A nivel local, varias radios tienen articuladas sus áreas de trabajo mediante un sistema local computarizado, tipo “Intranet”. Así por ejemplo, la música está almacenada en cada una de las computadoras existentes en ese centro y desde esa memoria, se extrae para la programación. Así, están interconectadas la música, el estudio de grabación, la administración, la coordinación, la información, etc. Todos los periodistas se han capacitado en edición de audio digital. De esta manera, se facilitan los procesos internos y se forma, en la práctica, un primer nivel de funcionamiento en red.

Programación ‘en red’

Si bien las radios son en principio, ‘autónomas’ en su programación, hay varios momentos de trabajo en red. Cada radio, por más pequeñita que sea, tiene el mismo peso en la programación del conjunto. La idea detrás es que la gente se sienta parte de algo, pertenezca a algo más grande. Los principales espacios conjuntos son:

El noticiero de una hora “Alternativa noticiosa interprovincial”. Cada radio da dos noticias, y después se pasa a la próxima. Así se dan tres vueltas, hasta llenar la hora. De hecho, se habla en la presentación de las noticias sobre ‘nuestros departamentos de prensa’. Para ello, cada radio cuenta con un encargado de prensa.

Animación Cultural” es un programa de la tarde. Tiene una duración de una hora donde cada radio asume 10 minutos de programación.

Actualidad provincial” es un programa donde participan tres radios. Cada una se hace cargo de media hora.

En la noche de la semana y los días domingo, las radios se turnan para encargarse de la transmisión.

El director está intentando sincronizar los diferentes espacios de la programación en los mismos horarios, de tal manera que (por ejemplo) todas las radios tengan el programa de música mexicana en la misma hora y podrían eventualmente intercambiar la responsabilidad de la transmisión entre cualquiera de las emisoras.

La lógica, detrás de esta forma de trabajo, es que así también los lugares remotos ganen importancia y estén presentes en los escenarios regionales.

El Sercom

La estrategia general de la radio se diseña e implementa desde el Servicio de Comunicaciones de la radio (Sercom). Es una suerte de centro neurálgico de toda la obra comunicacional que va más allá que el trabajo estrictamente radiofónico.

Su directora, Angélica Rosas, explica que el Sercom quiere ir más allá que los medios. “Nuestro trabajo apunta a abarcar un conjunto de procesos de comunicación, entendidos como la construcción de sentido, no como la transmisión de información”.

Oficialmente Sercom es independiente de la Radio. Tiene inclusive una personería jurídica propia y un equipo humano autónomo de casi diez comunicadores. En la práctica, hay mucha relación. Varios integrantes de la radio colaboran al Sercom y viceversa.

“El Sercom coordina el trabajo externo de la radio y el equipo interno que hace la producción: prensa, controles, administrativo”, dice Soledad Lorca, integrante del equipo.

El Sercom dedica la mayor parte de su tiempo al contacto con la sociedad civil organizada de Chiloé (mujeres, indígenas, laborales, jóvenes, culturales, agro-turismo). Tema de conversación permanente es la importancia de la comunicación para sus actividades. Periódicamente Sercom organiza talleres de capacitación donde los integrantes de organizaciones de base aprenden los aspectos técnicos de la producción radiofónica y discuten temas como cultura, identidad, comunicación, empoderamiento y democracia.

La mayoría de los comunicadores de la Estrella se ‘graduaron’ en estos talleres y se convirtieron en Comunicadores Populares. Anualmente , salen aproximadamente 50 graduados del Sercom .

Clemencia Rodríguez, en su artículo “The Bishop and his star” anotó la experiencia de José Paillaleve, un comunicador popular en la comunidad de Quemchi: “ en 1990 participé de uno de estos talleres y me gustó mucho; aparte de ser divertido, la idea que nosotros, como comunidad pequeña y aislada podríamos tener nuestra propia voz en la radio…tantas cosas que pasan en esta comunidad pero nunca se las escuchan en la radio. Nadie piensa en venir hasta aquí para cubrir una noticia. Así que después del taller , hemos comenzado a producir historias sobre nuestras organizaciones comunales; hemos ido mejorando poco a poco y hoy día tenemos nuestra propia cabina donde hacemos todo nosotros ”.

Aparte de capacitar, el Sercom también coordina el contacto entre las comunidades y la radio alrededor de los otros proyectos de la Radio. Así por ejemplo está encargado del proyecto de Agro-turismo y de la Enciclopedia Cultural de Chiloé .

La Enciclopedia Cultural de Chiloé Una Metodología para el dialogo

Premio Nacional

En el año 2.000, uno de los proyectos de más larga duración de Radio Estrella del Mar, “La Enciclopedia Cultural de Chiloé”, recibió el “Premio Nacional a la Innovación en Ciudadanía” de parte de la Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza.

“La Enciclopedia” es uno de los 15 proyectos premiados a nivel nacional en un concurso abierto, donde participaron aproximadamente 400 proyectos y que fue convocado por la Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza . La justificación del premio dice: “ la iniciativa es una estrategia educativa que pretende articular la educación formal con la informal. La primera está a cargo de la escuela básica rural de la comunidad, mientras que la segunda se realiza a través de la radio Estrella del Mar de Ancud. La idea de un diálogo cultural entre las tradiciones locales de Chiloé y la cultura académica local se ha buscado realizar a partir de un proceso de convergencia que articula el registro oral de un saber comunitario con la sistematización y literalidad del saber moderno. Pensando en proyectar el trabajo a largo plazo, la sola experiencia de sistematización tiene un tiempo de duración de más de 15 años. Fruto de esta labor de sistematización son “Los Cuadernos Culturales”. Los gestores de la iniciativa se han propuesto elaborar a partir de estos una Enciclopedia Cultural de Chiloé que incorpora al aula escolar, la historia y saber de la cultura local. En la misma línea se inscribe el trabajo de la radio que se inserta en el medio rural”.

Diálogo dentro de la comunidad

Desde el inicio, la radio comenzó la elaboración de fascículos temáticos, cuadernos culturales, en grupos de trabajo populares. Se elabora una enciclopedia en base a esos trabajos temáticos.

La enciclopedia es un ejercicio permanente de actualización. Existe un convenio con las autoridades educativas. Los profesores incluyen el trabajo en aula. Los alumnos deben hacer entrevistas a diferentes personas, por ejemplo a sus abuelos, como tarea de casa. Así por ejemplo deben averiguar todos los aspectos relacionados con el bosque: ¿Cómo era el bosque antes? ¿Cómo es ahora? ¿Cómo ha cambiado y las razones del cambio….? Con ese material procesado en clase, se pasa a una siguiente etapa, donde el Sercom devuelve una primera edición al anciano que había contado su historia, con el propósito de confirmar lo dicho. Una vez validada la historia de vida, se producen unos folletitos impresos que llevan los dibujos de los niños, a modo de recreación gráfica de las historias escuchadas. Se discuten estos materiales en lecturas públicas.

Finalizado el proceso de validación, ese material se imprime en 1000 ejemplares para que sea utilizado en la escuela. Lo particular del producto es que ese material educativo es producido por los propios alumnos en relación con sus familias, vecinos y amigos.

La producción colectiva en torno a las historias de vida de los ancianos de Chiloé luego se lleva a la radio. Ésta difunde por sus ondas los contenidos de los cuadernillos para toda la región en programas apropiados. Las historias y costumbres pasan de una isla a la otra, inundando todo el archipiélago. La gente de otros lugares escucha y responde críticamente, tanto por el contenido como por su forma. Se discute entonces el mensaje de la radio.

Según Clemencia Rodríguez este proceso tiene como propósito que la gente aprenda a ser crítica con el mensaje de los medios y a participar en la formación de opinión pública. Igual de importante es que la gente discuta el choque que trae la modernidad que exige cambios de conductas y formas de vida distintas a las propias: más competitivas y menos solidarias.

Junto al primer tomo de la enciclopedia, sobre los bosques, los profesores elaboraron una guía pedagógica. Idea de fondo es que la educación debe servir para el diálogo en la comunidad.

El trabajo conjunto tiene tres líneas: la historia de la comuna, la actualidad y el intercambio, es decir la revisión de todo el material desde la mirada del otro, del que viene de afuera. Cada año los profesores, ayudados por SERCOM, seleccionan el tema de su interés y elaboran cuestionarios y otros materiales necesarios para recoger la información.

La radio sigue trabajando para la ampliación de La Enciclopedia. Hasta el momento se produjeron dos ediciones: “El Monte” y “El Bosque”. Actualmente están trabajando los temas del uso local de madera, las iglesias locales, la historia del colegio local y agro-turismo.

En la presentación de uno de los volúmenes de la Enciclopedia Cultural de Chiloé, escribe Ysern: “Es necesario aclarar que lo que se pretende con esta Enciclopedia no es simplemente la publicación de los diversos volúmenes. Lo que se pretende es desencadenar muchos procesos de participación y diálogo para la reflexión sobre los temas de la vida. Todo esto con el fin de buscar juntos lo mejor para una convivencia solidaria y armónica…”

Clemencia Rodríguez explica las ideas de fondo: para Ysern, el proceso es mucho más importante que el producto. La fuerza de la Enciclopedia no está en los volúmenes impresos, pero en todos estos procesos de comunicación casi invisibles provocados por la producción de la enciclopedia: niños y jóvenes entrevistando a sus mayores alrededor del fogón; la comunidad que se reúne para discutir los borradores de los folletos, un niño que lee un párrafo de la enciclopedia al hacer tareas y su abuela que escucha esto, se recuerda de su propia versión y formula su desacuerdo; una familia que escucha uno de los programas de la Radio sobre los usos locales del bosque y discute sus propios usos. Millar, testigo de estos procesos, cuenta: “es tan lindo como todo esto activa la memoria, especialmente entre los mayores; cuando ellos escuchan a alguien hablar de uno de los temas comienzan a recordar lo que pasó hace cincuenta o sesenta años.… la idea es generar procesos de diálogo para restablecer todos estos puentes de comunicación entre las generaciones que habían sido rotos por la modernidad”. Según Mgr. Ysern, es en estos diálogos que una comunidad gana conciencia sobre quién es, de su identidad cultural. Por ello, en cada volumen incluye una carta manuscrita donde invita a los lectores a responder al texto, a participar. De esta manera el obispo abre de nuevo cada texto cerrado.

Proyecto Diálogo para el Desarrollo

Una manera de ampliar el alcance de “La Enciclopedia”, es el proyecto “Diálogo para el Desarrollo”. El Estado, a través del Ministerio de Educación, está desarrollando cursos para la nivelación de estudios para personas mayores con escolaridad incompleta2. La Fundación Radio Estrella del Mar ganó una licitación pública para hacerse cargo de estos cursos de nivelación en la región.

El proyecto está siendo implementado poco a poco. “Tenemos detectadas 200 personas y llevamos matriculadas 120. Hay que mostrar que somos eficientes y también negociar los términos de referencia. Es un proyecto para todas las radios regionales”, dice Miguel Millar, director de la Radio.

En este proceso la radio, como medio, cumple una función sólo de animación, pues hay un monitor que visita permanentemente al participante y lleva un texto de apoyo.

A futuro la radio quiere incorporar la metodología de la Enciclopedia, como también los textos producidos localmente. Dice Millar: “Queremos cruzar este proyecto, esta escuela radial, con la Enciclopedia Cultural de Chiloé. Este año trabajaremos con los textos del Ministerio, pero el próximo con la Enciclopedia. Por ejemplo, en Chonchi, queremos trabajar con el fascículo de la Enciclopedia de Chonchi, en alfabetización y en los demás niveles que competan…Era el proyecto esperado, cruzar efectivamente y en el aire, nuestros esfuerzos de educación no formal con la educación formal del público”.

Hasta el momento el ejercicio de la Enciclopedia no dejaba de ser visto como forma alternativa en el ámbito de la educación, como una actividad extra escolar con los alumnos.

El nuevo proyecto permitirá formalizar una herramienta y una metodología y de este modo, dar más pertinencia a procesos educativos enraizados en la propia cultura: “este proyecto nos permite meternos adentro del salón de la clase y reemplazar a Ohiggins y Antonio Pratt3 por los abuelos Collún y Millalonco” dice Millar.

Aparte de apoyar a fortalecer la educación y el diálogo en la región, el proyecto permitirá absorber una buena parte del déficit actual de la radio. El estado se hace cargo de todos los costos involucrados, permitiendo la generación de una utilidad neta anual de unos 10 mil dólares. En esa medida se constituye en un proyecto estratégico, bajo la modalidad de una alianza con el Estado, donde el currículum y la experiencia de la Radio se pone a disposición de los requerimientos regionales.

Conclusiones

Un proyecto con historia, necesariamente, es un proyecto con identidad. Radio Estrella del Mar es un proyecto que tiene como plataforma principal un medio de comunicación como es la radio. En este sentido, su “línea editorial” obedece a propósitos que tienen que ver más con un proyecto social de intervención en la comunidad, que un proyecto solamente radiofónico.

Esta manera distinta de hacer comunicación y de comprender a los medios se explica toda vez que la editorialidad de Radio Estrella del Mar, se sustenta en promover la práctica del “diálogo para el desarrollo”. Esta conversación social, este diálogo con la modernidad gana mayor importancia en un lugar de Chile que, de manera paradigmática, interpela a las tradiciones y la cultura local. Este diálogo entre lo nuevo y lo viejo, la tradición y la modernidad, los caminos de desarrollo sustentable y aquellos depredadores del entorno, es más importante como proceso que como producto.

En segundo término, es interesante observar la experiencia progresiva de constitución de un sentido de red. Combina el sentido de red primogénita donde cohabitan algunas relaciones jerárquicas (el rol del director por ejemplo) con los tipos de redes de segunda generación, es decir, aquellas que operan o tienden a sustentarse en la descentralización y la cooperación.

El sustento social de la experiencia está fundado en el reconocimiento que la obra de intervención social del Obispado se ha ganado en la comuna y otras instituciones. Es una obra que posee un prestigio importante, por parte de instituciones gubernamentales y privadas, pero por sobre todo por su comunidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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